Muy buenas a todos.
Soy un chaval de Asturias sin gran experiencia micológica. A día de hoy sé distinguir los psylocybe semilanceata por egoístas y lúdicas intenciones, pero poco más. La motivación que me ha traído hasta este foro es el del placer del conocimiento y el placer culinario (pudieran ser los dos motivos muy semejantes en su trasfondo).
Hará veinte años que mi abuelo, bajo la intención de respirar buenos aires, plantó un bosque de pinos en una finca que mi familia tiene en el pueblo. Pasado el tiempo, hemos visto como especies insospechadas de hongos empezaban a brotar de entre las finas hojas que se amontonan en el suelo. Mi familia es de cultivos rurales, y de ganadería cuando la unión europea aún no había hecho estragos, nunca sintieron gran curiosidad por la setas más allá de la precaución inculcada desde pequeños que se puede resumir en la máxima "una seta muy bonita, pero no juegues con ella porque puede ser venenosa".
Por la curiosidad, que es cosa que mata sin la debida precaución, y por el empuje de esos desconocidos que nos invaden, he decidido plantarme en este foro y abrirme a vuestra experiencia de cara a culturizarme en un ámbito que desconozco y que cada vez que veo una seta, me frustra. Así, me gustaría pedir vuestras expertas opiniones sobre mis hallazgos. Creo que de un modo u otro será interesante para vosotros conocer la diversidad micológica que atesora la costa centro de Asturias e interiores, así como la de un bosque en donde hace veinte años había un prado para dar hierba a las vacas.
Un afectuoso saludo.