Miguel, Carlos, ya veis, en vez de cesta, al monte voy con boli y libreta, como los curas de antaño, poniendo nota a la natura, a ustedes, un diez por sus comentarios, que me obligaron a visitar Caravaggio, y recordar momentos muy agradables que vivimos juntos, me gusta ese punto provocador del de Milan, aunque no me tengo por barroco, si en cambio algo de pastor de ovejas descarriadas como ustedes dos, a los que doy un fuerte abrazo.