Excursión y fotos del sábado 26 de julio de 2014, madrugo, voy a buscar una chabola cupular que se me resiste, estoy estudiando este tipo de construcciones pastoriles. Me espera un desnivel de 800 m. y un laberinto de dolinas en el lapiaz. En la aproximación a la montaña, encuentro coches aparcados en sitios raros; ya se que me prodigo poco en FM, pero es que a los seteros los "huelo" a distancia. Me encuentro con una pareja, 8:30 de la mañana, saludos, y les deseo "buena caza". Me centro a lo que voy.
Encuentro el arkue a 1.142 m.asnm, tomo datos, mido distancias, apunto, anoto, inspecciono los alrededores y por último documento fotográficamente el entorno. La niebla se abre y se cierra caprichosamente, y en esas circunstancias tonterías, ninguna, puede pasar cualquier cosa pese a la buena predicción metereológica, y es mejor prevenir que curar.
Encuentro varios cardos de montaña repletos de caracoles, omito los nombres científicos, son momentos de ocio después del almuerzo.
Voy bajando altura poco a poco y me divierto con banalidades, ¡Que ricas estarán las moras dentro de poco!
Paso cerca de un arroyo, y me acuerdo de Fran de la Dehesa y su maravillosa colección de odonatos.
Alucino, estamos en julio y ya me había llamado la atención encontrar en flor varias especies de brezo, pero esto no me lo esperaba, la "merendera" y aún no ha empezado agosto; hace un par de años encontré flores de primavera, primulas, antes de que empezara el invierno, todavía en otoño. Cuando encuentro algo así, la sensación que me provoca es deducir que algo estamos haciendo mal, pero muy mal, muy mal, muy mal.
Me vuelvo a encontrar en un cruce de caminos con la pareja de seteros que salude a primera hora de la mañana, y me enseñan su recolecta, les felicito aunque noto que están algo inquietos, porque creo que deducen que he descubierto su secreto, su setal, les tranquilizo diciéndoles que yo no cojo setas, que mis interese son otros, les hablo de los arkuek y alucinan. El bosque está repleto de gibelurdiñak. Vaya hígados, resulta que a Russula virescens aquí se le llama, Gibelurdiña que en euskera quiere decir Hígado azul, por aquí son una de las setas más apreciadas, pues eso, que ayer en el mercado estaban a 15 eurazos, y que en los bares delicatessen las hacen a la barbacoa, y ESTAN DELICIOSAS!
Saludos a todos y todas, también a los de Teruel y Albacete.