¡Hombre Juan!
No creo que a nadie le pueda resultar ofensivo ese artículo al que te refieres; es, simplemente, una forma utilizar el castellano, coloquial, y cariñosa. Yo he sido siempre el Maya. Y moriré siéndolo.
Carmen es una amiga a la que ni se me ocurriría ofender jamás.
Saludos también para tí.