Buenas a todos.
Mientras esperábamos la llegada tan ansiada de la temporada micológica, esta nos sorprendió en casa.
El año pasado tras ver algunas de las experiencias de otros foreros y comprobar que la chopera que solíamos frecuentar había sido sometida a una intensa tala, decidimos acoger en casa uno de los múltiples tocones de reducidas dimensiones que habían quedado abandonados.
Pusimos mucha ilusión en conseguir recrear en casa el idílico ambiente donde habíamos pasado tan buenos ratos, aunque hasta la fecha no habíamos visto resultado alguno. Pero llegaron unas inesperadas lluvias y la vida se abrió paso entre las vetas de la madera cortada.
Ahora toca seguir regando
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