respecto a los gorriones tengo una historia muy bonita que quiero compartir con vosotros.
Una pareja de amigos míos, muy amantes de los animales, cogieron una vez un pollito de gorrión caído del nido. Con todo cariño, consiguieron sacarlo adelante. Al principio le daban pan remojado en leche y se lo introducían en la boca con un palillo... creció y era habitual verlo por la calle en el hombro de Manolo, volaba hasta los tejados....regresaba al hombro...increible si no se ve.
Un día bajaron a Tudela, como en otras ocasiones, y se salió del bolsillo donde iba y no lo volvieron a encontrar. Hasta en la radio lo anunciaron. No sabéis el disgusto que tuvieron mis amigos.... y todos los que les conocíamos, porque era una gozada ver al pajarillo.