Jueves 20 de septiembre paseo vespertino, me llama la atención que las flores de otoño este año despiertan con un mes de retraso, ni rastro de amanitas, boletus, lactarius, agaricus o macrolepiotas que debieran dejarse ya ver, las cacas de caballo repletas de Paneolus, las piñas de Mycenas, algún corro de Rusulas en los prados, el helecho a mitad de la altura que debiera, Fomitopsis en los troncos, algún Geastrum solitario, rastros de Fuligo exigiendo humedad y el viento sur rey de la "dehesa" del norte, viento de "mujer" que dicen por aquí.
Mi amigo Mariano, pantalones de mahón, abarcas y afilada hacha al hombro, me comenta que este año solo saldrán setas allá donde llovió mucho, allá donde las tormentas dejaron muchos litros de agua, y esto fue aquí y allá, pero no en todos los sitios, más bien solo en unos pocos. Vuelvo a casa cansado, pero contento, un amigo me ha revelado donde hay cesáreas, y bueno..... al menos para la siguiente salida, ya tengo por donde empezar a buscar.
Para cenar, lomo adobado con champis del eroski, con aceite virgen, ajillo refrito, limón y perejil. Rico, rico.