Lástima, tocayo, que ahora mismo sólo tengamos en común el nombre, porque vivir por ahí y tener esos setales en plena producción tiene que ser el mayor de los deleites para un setero. Enhorabuena, campeón. Este año nos vais a poner los dientes largos, primero, los del centro, ahora, los del norte, y pronto los del noreste.