Precioso reportaje Frans, estas alfombras de corcho, serrín y sal, que tan buén colorido dan.
Esta tradición también la teníamos en los pueblos de mi comarca, el Maresme, que tiene la mayor parte de zonas agrícolas, dedicada al culivo de la flor y con sus pétalos, de diferentes colores, se hacían por esta misma fecha unas alfombras muy similares a las que nos muestras.
Esta tradición dejó de seguirse al final de la dictadura.
Gracias por compartir.
Salut