Pues salimos en busca de
dispuestos a llenar nuestras cestas. Por supuesto que no le haríamos desprecio a ninguno, ni a
ni a
o cualquier otro fruto precioso de nuestros bosques.
Empezamos en el robledal y
muchas colaboradoras del sistema de salud
también muchas de sus locas primas
Así que decidimos cambiar de aires hacia los altos pinares. Mucho pateo, poco éxito hasta que por fin apareció
y
Tal y como iba la cosa, al final contentos
Pero no satisfechos. Así que volvimos acambiar de aires. Y que aire más bueno hizo