Hola a tod@s.
Entre los días 16 al 20 del pasado mes de septiembre tuve le privilegio de poder compartir en Jaca unas jornadas Micológicas con grandes maestros de la talla de
Joseba Castillo, Javier Mateos, Juan Antonio Sánchez, Cándido Sos, Fernando Esteve Raventós, Fermín Pancorbo, Jorge Herranz y Antonio Couceiro, agradecer a todos ellos las atenciones recibidas y la gran ayuda recibida.
Lamentar profundamente la ausencia del maestro de maestros
Enrique Rubio Domínguez, que no pudo asistir a las jornadas por problemas de salud, y que parece que poco a poco se va recuperando.
En primer lugar 31 "cromos nuevos" para mí.
Un ascomiceto que llevaba buscando toda la vida, por su aspecto nos podría confundir con algunos ejemplares jóvenes de Chlorocyboria, ya tan solo por los tonos azulados, pero con una microscopía completamente distinta, el
Aeruginoscyphus sericeus.
Bajo avellanos, la
Amanita coryli.
Aunque algunos autores al igual que Index Fungorum la sinonimizan con la Amanita battarrae, la que aparece por el Pirineo según la opinión de los expertos, se trataría de la
Amanita umbrinolutea, ambas especies gozan de taxón propio en Mycobank, sin ninguna sinonimia entre ambas, aunque admito que no he podido encontrar diferencias entre ellas, ni macroscópicamente, ni tampoco microscópicamente.
Un Boletal muy común pero que no me había encontrado aún, el
Caloboletus calopus.
Un pequeño Cantharellus con carne ligeramente ennegreciente al roce, el
Cantharellus ianthinoxanthus.
Un regalito de
Javier Mateos, el
Claussenomyces-prasinulus.
Un Cortinarius, obsequio de
Juan Antonio Sánchez, no suelo fijarme en ellos, pero este me lo identificó el mismo en el punto de recogida, la microscopía no hizo más que confirmar la especie, el
Cortinarius infractus.
Uno con aspecto de Tricholoma pero con hifas de la suprapellis globosas (cutícula celulósica), localizado en campa de altura, de pequeño tamaño, el
Dermoloma pseudocuneifolium.
Una Durella, otro regalito de
Javier Mateos, esta nos dio verdaderos quebraderos de cabeza a la hora de ponerle apellido, con grandes esporas y reacción IKI (+), la
Durella macrospora, muy parecida incluso en lo que se refiere al tamaño esporal a la Durella connivens, esta última con reacción IKI (-), también con reacción IKI (-) tenemos la Durella melanochlora, pero ya con esporas mucho más pequeñas.
Un Gymnopilus de madera en el que me ayudó
Cándido Sos a la hora de ponerle apellido, el
Gymnopilus picreus.
Un Gymnosporangium sobre unas hojas del suelo de Sorbus aucuparia, el
Gymnosporangium cornutum, agradecer a
Juan Antonio Sánchez su ayuda por identificar ya en el lugar de recogida, tanto la especie como al huésped.
De este tenía su parásito, pero me quedaba pendiente la especie, la Hymenochaete corrugata, actualmente denominada
Hydnoporia corrugata.
Un Hygrocybe sobre musgo, ya un poco decolorada, al Hygrocybe que acostumbra a aparecer por la misma zona los expertos lo tenían como Hygrocybe calciphila, pero con la muestra que me llevé yo mismo, la microscopía no encajaba para nada con la calciphila, sin embargo cuadraba a la perfección con la
Hygrocybe miniata, es posible que en el mismo lugar cohabitaran ambas.
Este es un regalito de
Joseba Castillo, sobre pequeñas ramitas de haya, el
Hymenoscyphus fraxineus.
Un Lactarius con el sombrero muy pegajoso, con esporas provistas de largas crestas, el
Lactarius albocarneus.
Otro regalito de
Joseba Castillo, la
Lentaria epichnoa.
Un líquen que ni tan siquiera tomé fotos en el lugar, solo me llevé una muestra por si me daba tiempo, la imágen es ya en casa y en mi puesto de trabajo, la
Lobaria pulmonaria.
Un precioso Marasmius, portada de Errotari de la revista del año pasado, sobre hojas de acebo, los ejemplares me los pasaron
Antonio Couceiro y
Cándido Sos, el
Marasmius hudsonii.
Con la base del pie de color azul, la muy diminuta
Mycena cyanorhiza.
Muy abundante por las zonas donde nos movimos, otra Mycena, la
Mycena zephirus.
De este Puccinial solo disponía de la fase ecial del mismo, ahora lo he podido localizar en su fase telial, sobre hojas de Rubus ulmifolius, el
Phragmidium violaceum.
Un Polyporal de considerable tamaño que tenía pendiente, el
Polyporus tuberaster.
Una Psilocybe que no había tenido en placer de estudiar aún, directamente sobre excrementos, la
Psilocybe fimetaria.
También cayeron un par de Ramarias, por un lado la
Ramaria botrytis.
Y con estrechas esporas y sin fíbulas tenemos la
Ramaria lutea.
Otra Scutellinia para la colección, en esta ocasión ha caído la
Scutellinia scutellata. Con muy largos pelos marginales que la caracterizan, algunos superaban los 2 mm.
Un poco común Corticial céreo que puede aparecer indistintamente tanto sobre el suelo directamente como sobre madera o corteza, la
Sebacina epigaea.
Un curioso hongo que se alimenta de las esporas que van soltando unos grandes Ganodermas, el
Sporophagomyces chrysostomus.
Un Steccherinum con proyección de sombrero, la primera vez que lo encuentro, el
Steccherinum bourdotii.
Otro Boletal muy común pero que aún no había estudiado, el
Suillellus luridus. De estos había por todos lados.
Para terminar con los cromos nuevos, una Xeromphalina lignícola de sabor no amargo, la
Xeromphalina campanella.
Un Entoloma del que en estudios anteriores dispongo hasta de la secuenciación del gen ITS, el
Entoloma rhodopolium f. nidorosum.
Una Helvella que teníamos como Helvella palustris, sus grandes esporas dieron al traste toda esperanza, se trata de la muy abundante
Helvella lacunosa.
Para terminar una Scutellinia que ya me había encontrado anteriormente en un par de ocasiones, esta con pelos marginales mucho más cortos, la
Scutellinia crinita.
Seguimos........................................