Uno de los mejores recuerdos que tengo de tu maravillosa tierra, Navarra, es en Zubiri, donde degusté un risotto de Boletus aestivalis
un sueño abstracto de sensaciones y naturaleza, vinos, risas, camino, setas y la mejor compañía posible, mi hija.
Ya me da congoja, de pensar que ya mismo no podré aportar nada porque no habrá nada de nada.
Me apunto a esa cerveza o tintorro que virtualmente os tomáis por ahí con Josep
Ya estamos otra vez con la literatura jajaja
disfruto cuando te leo
Lo cierto es que Navarra es una privilegiada en el sentido micológico y de buenos vinos, la gente es campechana y abierta, especialmente en los pueblos, es un espectáculo adentrarse en los bosques de hayas y pasear por sus caminos respirando aire limpio, sintiendo la paz y la tranquilidad que reina en el ambiente, con el crepitar de las hojas bajo tus pies al caminar y notando la frescura de un aire húmedo de la que se impregna la pituitaria, la vista lo recorre todo, con la cabeza gacha de derecha a izquierda, y de izquierda a derecha, después al frente, continuando el camino, observando, analizando, tratando de descubrir un ser vivo, algo fungi, a veces, uno mira hacia arriba y ve la copa de los árboles, la grandiosidad del bosque, sintiéndose pequeño, insignificante, gratificado para que nuestro ego no se crea tan grande, es nuestra primera lección, después uno vuelve al suelo tratando de descubrir su primer hallazgo, el suelo habla, tiene su propio lenguaje, así lo decía Félix Rodríguez de la Fuente, sólo hace falta conocer su forma de expresarse, en necesario ver, mirar, observar, reconocer patrones...
Un bulto asoma sobre la fina capa de hojarasca y uno va a investigar, limpia con cuidado las hojas que lo cubren y lo descubre, una seta, ya te conozco, no interesa, uno se pregunta, la arranco y la tiro, la piso y destrozo? en ése momento hay una voz dentro de mi que me dice, sé que no te di lo que esperabas, pero cumplo una misión aquí, respétame, es la voz de la naturaleza...y a ella le pido que me de una ilusión, una alegría, un pequeño triunfo, no te pido mas madre, y sigo caminando...respetar a la naturaleza siempre tiene su recompensa, 4 pasos mas adelante uno recibe su premio, con alegría e ilusión, gracias madre naturaleza por ser generosa conmigo, gracias a ti David por respetarme, y salgo del bosque con la misma ilusión con la que entré, portando mi pequeño triunfo...
Bueno, es mi íntima forma de pensar cuando me adentro en el bosque
"no podré aportar" siempre puedes aportar algo, lo único que es necesario es querer...
Quizá no tengas la oportunidad de mostrar ejemplares, pero puedes aportarnos tus ideas, conocimientos, experiencias...más valiosas cualidades que el hecho de coger setas...
La cervecita fresca junto con un buen almuerzo y la agradable compañía de Josep te están esperando
pago
yo