El lunes por la mañana mi amigo y gran experto Pepelu Ugartetxe estuvo jugando a Golf en un Club privado de acceso restringido, y vio varias especies interesantes, entre ellas la Tricholoma caligatum. Por ello, me llamó para que fuera con el por la tarde a fotografiar varias especies.
Así, que cogí la cesta y la cámara y me presenté en el Campo de Golf a ver que nos deparaba la tarde.
Estuvimos recorriendo los bordes de las calles del campo, y los bosquecitos que los rodean. Al tratarse de un campo de golf, había muy poca maleza, y estaba todo bastante limpito.
Según entramos al Campo, empezamos a ver infinidad de Agaricus xanthodermus, que parecía que alguien se había dedicado a sembrarlos. Recordaros a todos que se trata del champiñón falso,
tóxico, que se caracteriza por su sombrero acampanado, muchas veces con tonos grises, su pie alargado termminando engrosado en la base, con un anillo grande y persistente, y su carne de olor desagradable a fenol o tinta, y que amarillea al roce y al corte. Crece en cualquier hábitat.
Otro Agaricus del grupo xanthoderma, por lo tanto
tóxico, el Agaricus phaeolepidotus, antiguo Agaricus melleagris, cuya carne amarillea y huele igual, pero son ejemplares menos robustos, cuyo sombrero tiene escamas negruzcas. Muy típico de encinas
Y este otro Agaricus, el impudicus, en este caso comestible, de sombrero blanco con escamas marrón rojizo, carne inmutable de olor desagradable como a gas, y raicillas pegadas a la base del pie. Muy abundante en esta zona, sobre todo en pino.
En zonas con barro, la pequeñita Aleuria aurantia
Unas preciosas Amanitas muscarias en una zona con robles y Macrolepiotas proceras
Entre pinos y robles cogimos unos 8-10 Boletus edulis muy sanotes (esta foto es de la semana pasada)
En campa Hygrocybe acutoconica, anteriormente llamada Hygrocybe persistens, de color amarillo anaranjado, cónico, y pie del mismo color estriado. Láminas blancas.
Debajo de un roble encontramos un hermoso setal de plateras, con el que llenamos media cesta. Infundibulicybe geotropa.
También cogimos un par de docenas de níscalos bonitos debajo de Pinus pinaster. En este caso los níscalos son Lactarius deliciosus, muy ricos, y de color zanahoria.
Y de peor calidad el Lactarius quieticolor, de color más teja. Éste en pino insigne
En roble, un níscalo falso de sabor y olor desagradable, el Lactarius quietus, con sus láminas y leche blancas
Debajo de robles americanos Lepista glaucocana, como el pie azul, pero mucho más descoloridos.
Y en campa, en zona con algún brezo, pie azul, Lepista nuda
Bajo robles Tricholoma saponaceum, con olor a jabón Chimbo
Y la especie por la que vine aquí, Tricholoma caligatum, en pinar arenoso. Con su anillo característico y su pie con manchas circulares que recuerdan las cintas de las cáligas romanas.