El año pasado salvé la temporada a finales de noviembre y principios de diciembre, gracias a las lluvias caídas en noviembre. La naturaleza es muy agradecida y en esas fechas cogí al menos dos cestas de boletus los días que salí. Tuve boletus congelados hasta que empecé esta primavera con los pinícolas. El truco fue que hizo unos días de calor.
Saludos.