El otro día me dio envidia Loreto con su receta de Pulpitos, así que me he animado yo a hacer platos diferentes con los hongos que cogí el otro día.
RISOTO DE ONDDO BELTZA (Boletus aereus)Ponemos en una cazuela aproximadamente 1 litro de caldo de pollo, verduras o simplemente agua a calentar (no hace falta que llegue a hervir). Al mismo tiempo ponemos en una cazuela pequeña-mediana 4 ó 5 cucharadas de aceite de oliva a fuego medio 5-6 (sobre 9). Picamos fino media cebolla grande o una si es pequeña y la echamos en la cazuela. Vamos moviendo la cebolla y comprobando que se va poniendo blandita y trasparente. Añadimos la sal en este momento, teniendo en cuenta que si utilizamos caldo hay que echar menos que si se utiliza agua. En ese momento pondremos un puñado de boletus cortados en daditos (si están congelados echarlos sin descongelar). Rehogar los hongos para que se vayan cocinando poquito a poco, aproximadamente durante 4-6 minutos. Añadimos dos tazas
pequeñas de arroz y lo vamos rehogando durante 2-3 minutos para que absorba el aceite. Podemos echarle un chorro de vino blanco en este momento, moviendo continuamente el arroz y controlando el fuego para que no se agarre. Si vemos que se agarra muy rápido bajamos el fuego. Cuando el vino se ha consumido totalmente comenzamos a añadir el caldo (o agua) caliente que teníamos preparada en la otra cazuela, añadimos inicialmente un cazo entero y movemos el arroz sin parar. Cuando el arroz adquiere la consistencia de una masa se añade más caldo, por medios cazos, para no encharcar el arroz. En este proceso, por cada medida de arroz se le pueden añadir entre 2 y 4 veces de caldo, dependiendo de la cantidad de almidón del grano y de su dureza. Tarda entre 14 y 18 minutos en hacerse el arroz, por lo que os recomiendo que tengáis una cucharita a mano para ir probando el grado de cocción del arroz. Aprovechamos para corregir la sal, aunque tendemos a dejarlo un poco soso, porque al final se le añade queso parmesano que le da bastante sabor. Es recomendable dejar el arroz ligeramente durito, y terminar de hacerlo sin fuego. Al haber estado moviendo el arroz durante todo el proceso, el arroz habrá soltado almidón y el risoto quedará como una masa ligera. Terminamos echándole un corte de mantequilla para soltar el arroz y un buen puñado de parmesano rallado. Removemos y tapamos la cazuela hasta el momento de comerlo, para evitar que se enfríe, teniendo en cuenta que si lo dejamos tapado mucho tiempo el arroz se recocerá y se quedará más blando (un buen truco si nos parece que el arroz ha quedado demasiado duro).
Buen provecho!!!