Las ardillas me encantan, yo en el Campo Grande de Valladolid las tenía amaestradas, se me subían todas encima, aunque estas eran urbanas, tiene mas merito amaestrar a las de campo.
En cambio los negritos no me gustan nada, creo que entre la hojarasca es donde mejor están.
Un abrazo y felicidades por lo de la ardilla. Una experiencia inolvidable.