Ayer no nos llovio, nada, apenas una tormenta en la zona costera, que ni alcanzó Cartagena.
Era la esperanza que existía para que el monte dejase de estar tan tan tan pero taaaaan seco. Para recuperar un poco la estación otoñal y despedirnos ya, incluso en temperaturas, de este veranillo prolongado tras el verano.
Algunos bojines (Suillus mediterraneensis) se han atrevido a salir, pero fijaros que tamaños (ni 10 cm de diámetro el sombrero) y pronto han comenzado a desecarse.
Salida y otoño para ver setas horrible. Y de flores más de lo mismo.