Esta mañana, por fin, después de tanta agua, he salido a dar una vuelta a unos pinares muy bonitos para ver si se había movido algo, pero poca cosa.
Suillus granulatus a montones, pero nada más, eso sí , estaban preciosos, con sus típicas gotas en los poros.
Las flores del acebo hembra están ahora a plena función.
Los sphagnum están también a punto para madurar sus receptáculos y lanzar al aire sus esporas.
Una pequeña que ha aguantado la lluvia , esperando que luzca el sol.
Esta pinguicula, siempre en taludes por los que discurre el agua, y que recuerda a la violeta.
Esta otra pequeña, de unos tres cm, no ha podido aguantar el temporal y flotaba en un charco.
Y por último la joyita del día, la que creo que es Cordyceps gracilis. Se puede observar bajo el pie la oruga sobre la que parasita, aunque está bastante desenfocada.