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Fotografía de Setas y Hongos / Primeros hongos de otoño.
« Último mensaje por Josep en Octubre 25, 2024, 09:25:48 am »Hola a tod@s.
Los primeros hongos de un otoño que de momento promete bastante desde un punto de vista micológico, todos los hongos mostrados a continuación recogidos entre el 22 de septiembre y el 12 de octubre, en lugares tan dispares como Peralejos de las Truchas (Guadalajara), Monasterio Nuevo de San Juan de la Peña (Jaca) Huesca, Sarroca de Bellera (Lleida) y Moncortés (Lleida).
Empezamos con 21 cromos nuevos que aún no había tenido el placer de estudiar:
El primero un Agaricus muy ligeramente amarilleante al roce o manipulación, con un largo pie, el cocodrilo para los amigos, el Agaricus crocodilinus.
Un Corticial que por los cistidios que presenta no puedo considerar ningun otro que no pase por Amylostereum, como no pude conseguir apenas esporas, dejo el tema abierto a nuevos estudios como Amylostereum cf. chailletii.
Un hongo que aún no me había encontrado y con el que el tamaño no es excusa, con ejemplares que sobrepasaban ampliamente los 20 cm., la Clitocybe candida, actualmente Aspropaxillus candidus.
Un Polyporal de muy pequeño tamaño (apenas 1 cm.), para algunos una versión en miniatura del Cerioporus varius, pero con diferencias claras tanto a nivel microscópico como a nivel molecular, el Cerioporus leptocephalus.
Un Chroogompus que tenía pendiente, el Chroogomphus mediterraneus.
Una Collybia que brota entre la hojarasca del suelo en putrefacción, con esclerocios en la base del pie, la Collybia cookei, muy parecida a la Collybia cirrhata, esta última sin esclerocios y que brota directamente sobre restos de otros hongos.
Un Cortinarius verdoso, el Cortinarius atrovirens, actualmente y debido a la última revisión del género, denominado como Calonarius atrovirens.
Un Entoloma, sin fíbulas, sin cistidios y con esporas isodiamétricas, el Entoloma occultipigmentatum.
Un Corticial propio de madera de pino, la que durante muchos años denominábamos como Gloeocystidiellum citrinum y que a partir de 1977, atendiendo a sus gloeocistidios traslúcidos pasó a denominarse como Vesiculomyces citrinus, y desde 1994 reubicada dentro del género Gloiothele como Gloiothele citrina.
Un Hygrophorus de color amarillo muy vistoso, el Hygrophorus chrysodon.
Otro Corticial, este con dos tipos distintos de cistidios, la Hyphodontia arguta.
Una Inocybe nueva para añadir a mis archivos, la Inocybe rufoalba.
Una Laccaria de la que si bien creía haber visto anteriormente, no disponía de su microscopía, con esporas de pequeño tamaño y cortas espinas, la Laccaria bicolor.
Una Mycena lignícola, con arista laminar coloreada (Sección Rubromarginatae), en varias ocasiones anteriores siempre me había salido la Mycena purpureofusca, en esta ocasión y atendiendo a sus queilocistidios con largo y estrecho cuello, parece que por fin he encontrado la especie tipo, la Mycena rubromarginata.
Un Panaeolus brotando en el suelo, que siendo honesto no le encuentro diferencias a nivel microscópico con el Panaeolus rickeni, separados ambos con sombrero más ancho que alto para el Panaeolus acuminatus y sombrero más alto que ancho y habitat más ya coprófilo para el Panaeolus rickeni, ambos separados como taxones distintos en Index Fungorum, quizás en base a datos moleculares, el Panaeolus acuminatus.
Un Cortinarius con olor a corteza de limón, el Cortinarius percomis, actualmente denominado como Phlegmacium percome.
Una Ramaria de considerable porte, con la puntas de las ramas con tintes vinosos, la Ramaria mairei = Ramaria pallida.
Una con esporada rosada, en mi opinión actualmente bien separada de la Rhodocybe truncata, la Rhodocybe gemina, actualmente denominada como Clitopilus geminus.
Un Boletal muy poco común, bajo abetos, con sombrero rosado y retícula en el pie, probablemente este sea el cromo del año, ya que muy probablemente no lo volveré a ver, el Boletus rubrosanguineus = Rubroboletus rubrosanguineus.
Un Sarcodon, que si bien no se considera raro, no aparece por las zonas que suelo frecuentar, el Sarcodon leucopus.
Y ya para terminar con los cromos nuevos, un Polyporal no azuleante, el Tyromyces lacteus.
Seguimos con más especies que ya había estudiado en anteriores ocasiones:
Un Phellinus, sin setas himeniales, el Phellinus robustus, actualemnte Fomitiporia robusta.
Directamente de la madera, lo que a priori me despistó un poco, el abundante Gymnopilus penetrans.
Un Gymnopus, con pie bulboso, el Gymnopus aquosus.
Un Hebeloma con el pie hueco, el Hebeloma sinapizans.
Muy abundante entre la hojarasca del suelo, la Clitocybe gibba = Infundibulicybe gibba.
Seguimos con 4 Inocybes, la Inocybe amblyspora.
Con sombrero con escamas lanosas, tenemos la Inocybe flocculosa.
Con fibrillas radiales tenemos la Inocybe fuscidula.
Y para terminar con los Inocybes, este de gran porte, sin pleurocistidios, la Inocybe rimosa, actualmente denominada como Pseudosperma rimosum.
Este últimamente me lo encuentro en distintos hábitats, la camaleónica Lepista panaeolus.
La Mycena que más veces me he encontrado asociada a tocones de pino, la Mycena purpureofusca.
Con su característico olor a ajo, el Mycetinis scorodonius.
Exuberante y mostrando su mejor aspecto, la Pholiota squarrosa.
Un Corticial que ya estudié hace mas bien poco, la Pseudotomentella rotundispora = Polyozellus rotundisporus.
Una Russula bastante aceptable para la cocina, con esporada amarilla, la Russula integra.
Para terminar con las microscopías tenemos el Tricholoma batschii, separado en Index Fungorum del Tricholoma fracticum y sinonimizado por los Nórdicos, a mi modo de ver se trata de lo mismo, Tricholoma fracticum.
Seguimos ya sin microscopías con una parte del resto de lo que se dejó ver:
Un Agaricus de campa con olor anisado, el Agaricus arvensis.
Muy abundante por el suelo allá por donde mirara, la Amanita muscaria.
El "chupete", con sabor dulce, el Clavariadelphus truncatus.
Con los costillares típicos que la definen, la Clitocybe costata.
Otra Clitocybe, esta se podía contar por cientos, formando corros e hileras, la Clitocybe nebularis.
Sobre pequeños troncos en descomposición del suelo, tenemos el Crucibulum laeve.
Un Lactarius propio de abetos, el Lactarius intermedius.
Una Lepista de campa frecuentada por ganado vacuno, la Lepista personata.
Una Macrolepiota de mediano tamaño, la que aparece por la zona siempre la he tenido como Macrolepiota excoriata var. heimii.
Ya de mayor tamaño que la anterior, tenemos la Macrolepiota procera sl.
Un Polyporal, para algunos denominada como la "innombrable", el Phaeolus schwenitzii.
Una Ramaria de gran porte, por su color y aspecto la cosa podría ir por Ramaria flava o Ramaria flavescens, en fin Ramaria sp.
El Suillus con anillo, Suillus luteus.
Elegante y fotogénica como siempre, tenemos la Tricholomopsis rutilans.
Y para terminar con flotas muy abundantes, tenemos la amarga Xeromphalina cauticinalis.
Saludos a tod@s
Los primeros hongos de un otoño que de momento promete bastante desde un punto de vista micológico, todos los hongos mostrados a continuación recogidos entre el 22 de septiembre y el 12 de octubre, en lugares tan dispares como Peralejos de las Truchas (Guadalajara), Monasterio Nuevo de San Juan de la Peña (Jaca) Huesca, Sarroca de Bellera (Lleida) y Moncortés (Lleida).
Empezamos con 21 cromos nuevos que aún no había tenido el placer de estudiar:
El primero un Agaricus muy ligeramente amarilleante al roce o manipulación, con un largo pie, el cocodrilo para los amigos, el Agaricus crocodilinus.
Un Corticial que por los cistidios que presenta no puedo considerar ningun otro que no pase por Amylostereum, como no pude conseguir apenas esporas, dejo el tema abierto a nuevos estudios como Amylostereum cf. chailletii.
Un hongo que aún no me había encontrado y con el que el tamaño no es excusa, con ejemplares que sobrepasaban ampliamente los 20 cm., la Clitocybe candida, actualmente Aspropaxillus candidus.
Un Polyporal de muy pequeño tamaño (apenas 1 cm.), para algunos una versión en miniatura del Cerioporus varius, pero con diferencias claras tanto a nivel microscópico como a nivel molecular, el Cerioporus leptocephalus.
Un Chroogompus que tenía pendiente, el Chroogomphus mediterraneus.
Una Collybia que brota entre la hojarasca del suelo en putrefacción, con esclerocios en la base del pie, la Collybia cookei, muy parecida a la Collybia cirrhata, esta última sin esclerocios y que brota directamente sobre restos de otros hongos.
Un Cortinarius verdoso, el Cortinarius atrovirens, actualmente y debido a la última revisión del género, denominado como Calonarius atrovirens.
Un Entoloma, sin fíbulas, sin cistidios y con esporas isodiamétricas, el Entoloma occultipigmentatum.
Un Corticial propio de madera de pino, la que durante muchos años denominábamos como Gloeocystidiellum citrinum y que a partir de 1977, atendiendo a sus gloeocistidios traslúcidos pasó a denominarse como Vesiculomyces citrinus, y desde 1994 reubicada dentro del género Gloiothele como Gloiothele citrina.
Un Hygrophorus de color amarillo muy vistoso, el Hygrophorus chrysodon.
Otro Corticial, este con dos tipos distintos de cistidios, la Hyphodontia arguta.
Una Inocybe nueva para añadir a mis archivos, la Inocybe rufoalba.
Una Laccaria de la que si bien creía haber visto anteriormente, no disponía de su microscopía, con esporas de pequeño tamaño y cortas espinas, la Laccaria bicolor.
Una Mycena lignícola, con arista laminar coloreada (Sección Rubromarginatae), en varias ocasiones anteriores siempre me había salido la Mycena purpureofusca, en esta ocasión y atendiendo a sus queilocistidios con largo y estrecho cuello, parece que por fin he encontrado la especie tipo, la Mycena rubromarginata.
Un Panaeolus brotando en el suelo, que siendo honesto no le encuentro diferencias a nivel microscópico con el Panaeolus rickeni, separados ambos con sombrero más ancho que alto para el Panaeolus acuminatus y sombrero más alto que ancho y habitat más ya coprófilo para el Panaeolus rickeni, ambos separados como taxones distintos en Index Fungorum, quizás en base a datos moleculares, el Panaeolus acuminatus.
Un Cortinarius con olor a corteza de limón, el Cortinarius percomis, actualmente denominado como Phlegmacium percome.
Una Ramaria de considerable porte, con la puntas de las ramas con tintes vinosos, la Ramaria mairei = Ramaria pallida.
Una con esporada rosada, en mi opinión actualmente bien separada de la Rhodocybe truncata, la Rhodocybe gemina, actualmente denominada como Clitopilus geminus.
Un Boletal muy poco común, bajo abetos, con sombrero rosado y retícula en el pie, probablemente este sea el cromo del año, ya que muy probablemente no lo volveré a ver, el Boletus rubrosanguineus = Rubroboletus rubrosanguineus.
Un Sarcodon, que si bien no se considera raro, no aparece por las zonas que suelo frecuentar, el Sarcodon leucopus.
Y ya para terminar con los cromos nuevos, un Polyporal no azuleante, el Tyromyces lacteus.
Seguimos con más especies que ya había estudiado en anteriores ocasiones:
Un Phellinus, sin setas himeniales, el Phellinus robustus, actualemnte Fomitiporia robusta.
Directamente de la madera, lo que a priori me despistó un poco, el abundante Gymnopilus penetrans.
Un Gymnopus, con pie bulboso, el Gymnopus aquosus.
Un Hebeloma con el pie hueco, el Hebeloma sinapizans.
Muy abundante entre la hojarasca del suelo, la Clitocybe gibba = Infundibulicybe gibba.
Seguimos con 4 Inocybes, la Inocybe amblyspora.
Con sombrero con escamas lanosas, tenemos la Inocybe flocculosa.
Con fibrillas radiales tenemos la Inocybe fuscidula.
Y para terminar con los Inocybes, este de gran porte, sin pleurocistidios, la Inocybe rimosa, actualmente denominada como Pseudosperma rimosum.
Este últimamente me lo encuentro en distintos hábitats, la camaleónica Lepista panaeolus.
La Mycena que más veces me he encontrado asociada a tocones de pino, la Mycena purpureofusca.
Con su característico olor a ajo, el Mycetinis scorodonius.
Exuberante y mostrando su mejor aspecto, la Pholiota squarrosa.
Un Corticial que ya estudié hace mas bien poco, la Pseudotomentella rotundispora = Polyozellus rotundisporus.
Una Russula bastante aceptable para la cocina, con esporada amarilla, la Russula integra.
Para terminar con las microscopías tenemos el Tricholoma batschii, separado en Index Fungorum del Tricholoma fracticum y sinonimizado por los Nórdicos, a mi modo de ver se trata de lo mismo, Tricholoma fracticum.
Seguimos ya sin microscopías con una parte del resto de lo que se dejó ver:
Un Agaricus de campa con olor anisado, el Agaricus arvensis.
Muy abundante por el suelo allá por donde mirara, la Amanita muscaria.
El "chupete", con sabor dulce, el Clavariadelphus truncatus.
Con los costillares típicos que la definen, la Clitocybe costata.
Otra Clitocybe, esta se podía contar por cientos, formando corros e hileras, la Clitocybe nebularis.
Sobre pequeños troncos en descomposición del suelo, tenemos el Crucibulum laeve.
Un Lactarius propio de abetos, el Lactarius intermedius.
Una Lepista de campa frecuentada por ganado vacuno, la Lepista personata.
Una Macrolepiota de mediano tamaño, la que aparece por la zona siempre la he tenido como Macrolepiota excoriata var. heimii.
Ya de mayor tamaño que la anterior, tenemos la Macrolepiota procera sl.
Un Polyporal, para algunos denominada como la "innombrable", el Phaeolus schwenitzii.
Una Ramaria de gran porte, por su color y aspecto la cosa podría ir por Ramaria flava o Ramaria flavescens, en fin Ramaria sp.
El Suillus con anillo, Suillus luteus.
Elegante y fotogénica como siempre, tenemos la Tricholomopsis rutilans.
Y para terminar con flotas muy abundantes, tenemos la amarga Xeromphalina cauticinalis.
Saludos a tod@s